martes, 3 de abril de 2012

JANIS, UNA VIDA ATORMENTADA


Janis Joplin nació en Texas (19 de enero de 1943), en la pequeña ciudad de Port Arthur, y creció rodeada de bidones, máquinas de perforación y olor a petróleo. La gente que creció con ella la recordaba cantando ante un auditorio escolar -"y no gritando, como haría después", protestaba un profesor suyo-, en un intento de emular el estilo de la cantante Odetta. Pero sus amigos no tomaban en serio sus pretensiones.  

En 1960, cuando Janis Joplin pudo asistir a la universidad de Tejas, empezó a oír a Bessie Smith. Al año siguiente sus padres le pagaron un viaje a Los Ángeles y San Francisco. Y en aquellas grandes ciudades de California cambió su vida. Cuando, después de unos meses, volvió a Tejas, escandalizó a todo el mundo con su ropa beatnik, su lenguaje soez y las aventuras sexuales que decía haber tenido. Sus compañeros no le perdonaron tamaño atrevimiento.


Un día fue puesta en ridículo al ser proclamada el hombre más feo de la universidad.
No la volvieron a ver. Tardó 50 horas en llegar a San Francisco. Pero la misma noche de su llegada cantó en un club y los clientes le obsequiaron 14 dólares.

A partir de entonces empieza su vida pública. Actuaba por clubes de North Beach, donde los beatniks se mezclaban con los jóvenes cantantes de folk y guitarristas de blues que pronto formarían los primeros grupos de R & B y rock de San Francisco. Janis no tardó en ponerse al frente de uno de ellos: Big Brother & The Holding Company.

La banda era fuerte: tenía el sonido poderoso y rancio que le iba a una tejana de voz aguardentosa como ella. Y el éxito de la mezcla no se hizo esperar. Su aparición en el Festival de Monterrey de 1967 fue el detonante de la explosión de entusiasmo que se generó a su alrededor en los años siguientes. San Francisco la arropó, pero Nueva York la lanzó al estrellato.

Albert Grossman, el apoderado de Bob Dylan y otros grandes, la llevó a la capital del Este, y allí, en el Anderson Theatre, dejó sin habla a los periodistas.

Su estilo exuberante y desgarrado, su manera de entregarse a fondo, sin hacer concesiones, como si fuera un torbellino de pasiones insatisfechas, era el secreto de su éxito en los escenarios.

Pero Janis también tuvo éxito con sus discos. Con Big Brother grabó en Nueva York Cheap Thrills (1968). Una gran portada de comiz realizada por Robert Crumb, en su clásico estilo amable y expresionista, facilitó al gran público su acercamiento a canciones como Summertime o Piece of my heart. De la noche a la mañana Janis se había convertido en una superestrella del rock, sólo comparable en fama a Jimi Hendrix, Jim Morrison o Mick Jagger.

Su apoderado se ocupó de despedir a su grupo "por mediocre" y de buscarle otros acompañantes, porque una superestrella necesitaba músicos eficaces. Así, grabó el siguiente elepé, I got dem ol'kozmic blues again mama (1969), no sin dificultades y problemas de acoplamiento con los músicos. La responsabilidad de satisfacer las expectativas creadas a su alrededor iba haciendo mella en su carácter. Bebía mucho whisky  y empezó a perder el control.

Llegó un momento en que no era extraño verla borracha. Muchas veces llegaba a insultar a sus músicos. Y después de las trifulcas y las malas actuaciones, venían sus depresiones, cada vez más profundas.

Hasta que su complejo de inferioridad se hizo insoportable. Albert Grossman tuvo que cambiar a los músicos nuevamente. Janis se iba quedando cada vez más sola y le preguntaba a Grossman: "¿Qué me va a pasar cuando ya no sea número uno". No
supo la respuesta. Tan sólo pudo grabar 11 canciones del álbum Pearl (1970). El 4
de octubre de 1970 fue encontrada muerta en la habitación de su hotel, en Hollywood.

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